I DOMINGO DE CUARESMA
MONICIÓN DE ENTRADA
Hermanos en el Señor:
Sed bienvenidos
todos a la celebración dominical de la santa misa. Al inicio de la Cuaresma invocamos al Señor
sabiendo que en medio de nuestras dificultades y pecados Él nos escuchará y nos
defenderá. En este tiempo, el Señor nos saca, con él, al desierto a
experimentar la dureza de la prueba y la tentación, para darnos de ejemplo de
cómo enfrentar y vencer al diablo en esta lucha espiritual que es la vida
cristiana. Solo superando estas pruebas progresaremos en nuestra peregrinación
cuaresmal y viviremos la fe con una conducta digna del nombre cristiano. [Unidos al canto, nos podemos en pie para recibir al
sacerdote y demás ministros]:
MONICIÓN A LA LITURGIA DE LA PALABRA
Hermanos:
el Señor, mediante el arco del cielo o arcoíris, quiere establecer una alianza
de amor y de paz con todos nosotros. Nuestra respuesta no puede ser otra que la
de guardar y observar esta misma alianza si queremos transitar las sendas de
misericordia y lealtad del Señor. Pues sabemos, además, que esta alianza con
Noé, es símbolo de la gran alianza que ha establecido con nosotros por medio
del Bautismo. Por otra parte, como cada año vemos, en este domingo, a Jesús
llevado al desierto a orar y ser tentados. No hagamos oídos sordos a su grito “Convertíos y creed en el Evangelio”.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A Dios, que tras el diluvio de Noé,
prometió compadecerse de todos nosotros, dirijamos nuestras preces al inicio de
esta Cuaresma.
R/ Señor, ten piedad.
1) Por la
Iglesia, impulsada por el Espíritu a este tiempo de desierto cuaresmal; para
que se vea fortalecida en la lucha contra las fuerzas del mal. Oremos.
2) Por el
santo padre, el papa Francisco y nuestro obispo N. para que al participar de la
Eucaristía se unan más plenamente a Cristo y a la misión a ellos confiada.
Oremos.
3) Por el
pueblo santo de Dios, que se dispone a iniciar esta peregrinación espiritual de
Cuaresma; para que
progrese en el conocimiento del misterio de Cristo, y consiga sus frutos
con una conducta digna. Oremos.
4) Por los
pobres y afligidos, signos de la constante presencia del Señor entre nosotros;
para que sean siempre el centro de nuestra atención y entrega. Oremos.
5) Por
nosotros, aquí reunidos en el nombre del Señor; para que la esperanza brote en
la tribulación, la virtud se afiance en la dificultad y obtenga, así, la salvación
eterna. Oremos.
Oh Dios, bondadoso, paciente y
misericordioso, Tú que en Cristo nos has concedido este tiempo de penitencia y conversión,
no permitas que caigamos en las tentaciones y trampas del maligno, antes bien,
haznos caminar por tus sendas de misericordia y lealtad. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
MONICIÓN FINAL
Hermanos, que al inicio de este
tiempo de Cuaresma sintamos la necesidad de convertirnos y creer en el
Evangelio. Podéis ir en paz.
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