Antífona de entrada
«Cielos, destilad
desde lo alto; nubes derramad al Justo; ábrase la tierra y brote al Salvador».
Tomada del libro del profeta Isaías, capítulo 45, versículo 8. Por las primeras
palabras de esta antífona en latín, esta misa recibe el nombre de “Missa Rorate Caeli”. Por el tenor
literal de los textos que conforman este formulario podemos decir que se trata
de un domingo mariano, ya que está centrado en el misterio de la Encarnación en
lo que a María, la Virgen-Madre, le compete. Descubriremos en estas oraciones
la forma en que María recibe el anuncio del Ángel y la gracia del Santo
Espíritu.
Esta antífona ha recibido importantes
interpretaciones durante la patrística entendiendo la expresión “tierra” como
imagen de María Virgen. “Cielos” hace
referencia al espacio divino, donde Dios habita. Allí está el trono de la
gracia y la omnipotencia divina; “destilad
desde lo alto; nubes derramad al justo” doble imagen para expresar la
acción de Dios hacia los hombres, que siempre es descendente, catabática. En
este caso, hacen referencia al poder del Espíritu Santo que baja al seno de
María, “la tierra”. El vientre de la
tierra hace germinar los frutos que dan vida y prosperidad al pueblo, del mismo
modo que el vientre de María ha hecho brotar el fruto que trae la salvación al
mundo. La gran bendición de Dios al mundo será el mismo Jesucristo.
Oración colecta
«Derrama,
Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que, quienes hemos conocido, por
el anuncia del ángel, la encarnación de Cristo, tu Hijo, lleguemos, por su
pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo».
Tomada del sacramentario gregoriano del papa Adrián (s. X) y presente en el
misal romano de 1570. Quizá esta oración nos suene a todos puesto que es la que
tradicionalmente se reza al final de la oración del “Angelus”. Esta oración, al
parecer, tiene sus orígenes en san Ambrosio de Milán, o al menos, en una
liturgia occidental fuera de la romana.
A
poco que observemos, nos daremos cuenta de que esta oración va haciendo de
manera sintética y lírica, un recorrido por los misterios de la vida de Cristo.
Pero no se trata de una concatenación de hechos a se, sino en lo que nos afecta a nosotros: “hemos conocido”,
“lleguemos”. Es una oración centrada en la dimensión subjetiva de la Redención.
Oración sobre las
ofrendas
«El mismo Espíritu, que colmó con su poder
las entrañas de santa María, santifique, Señor, estos dones que hemos colocado
sobre tu altar. Por Jesucristo, nuestro Señor». Tomada del sacramentario
gelasiano de Angoulenme (s. IX) con algunas modificaciones. Por la amplitud de
términos epiclépticos, que veremos a continuación, y la concisión de su
literalidad, parece ser que esta oración tiene sus raíces en la liturgia
ambrosiana.
La
oración establece un paralelismo entre las entrañas de la Virgen María y los
dones colocados en el altar, esto es, el pan y el vino. Sobre ambos actúa un
mismo Espíritu, una misa fuerza del cielo y una misma fecundación bajo la
sombra del mismo.
La
sombra es una imagen muy común en la Biblia para expresar la acción del
Espíritu. Cubrir con la sombra implica que es el Espíritu el que fecunda algo.
Algunos textos significativos son Gn 1, 2b “el
espíritu de Dios aleteaba por encima de las aguas”; Sal 63 (62) “y a la sombra de tus alas canto con júbilo”;
Sal 91 (90) “que vives a la sombra del
omnipotente”; Mt 17, 5 “una nube luminosa
los cubrió con su sombra” Lc 1, 35 “el
poder del altísimo te cubrirá con su sombra”. De estas citas podemos sacar
un significado importante para nuestra vida cristiana: dejar, también nosotros,
que el Espíritu Santo nos cubra y nos fecunde, que su acción sea fecunda en
nosotros. Esta es una gracia que hemos de pedir, la fecundidad de nuestra
oración y de nuestra vida apostólica y cristiana dependen de la acción de Dios
en nosotros y nunca de nosotros mismos.
Antífona de comunión
«Mirad: la Virgen está encinta y da a luz un
hijo, y le pondrá por nombre Enmanuel».Tomada del libro del profeta Isaías,
capítulo 7, versículo 14. “Enmanuel”
es un nombre hebreo que significa “Dios (el) con (ma) nosotros (nu)”. En este
momento de la celebración eucarística, esta antífona no solo es un recuerdo de
la profecía que en unos días se cumplirá, sino la actualización mística de la
presencia de Dios en medio de su pueblo por medio de las especies
sacramentales.
El
“Dios con nosotros” es una gracia inmerecida que Dios nos hace por medio de la
acción del Espíritu, como se vio en la oración sobre las ofrendas. Como
con el rey Ajaz, quiere ser, otra vez,
una prueba de que Él está de nuestra parte y quiere seguir acompañando a su
pueblo, la Iglesia, peregrina en este mundo.
Oración para después de
la comunión
«Dios todopoderoso, después de recibir la
prenda de la redención eterna, te pedimos que crezca en nosotros tanto fervor
para celebrar dignamente el misterio del nacimiento de tu Hijo, cuanto más se
acerca la gran fiesta de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor». De nueva incorporación al misal de Pablo
VI. Ante las inmediatez de la Navidad, parece que esta oración quiere
exhortarnos a apresurar la preparación a estas fiestas pascuales. Los pecados
de la vida vieja debe ceder el paso al fervor que nuestro corazón va sintiendo
por el pronto nacimiento del Señor.
Visión de conjunto
Durante
esta última semana comprendida entre el 17 y el 24 de diciembre hemos ido
rezando en la antífona del cántico evangélico de Vísperas, el Magníficat, una serie de versos que
comenzaban por el monosílabo exclamativo “¡oh!”. Veamos en este breve artículo
qué son, qué significan y cómo están compuestas las famosas Antífonas de la “O”. He aquí las
antífonas:
17 diciembre
|
O Sapientia,
quae ex ore Altissimi prodiisti,
attingens a fine usque ad finem,
fortiter
suaviterque disponens omnia:
veni ad
docendum nos viam prudentiae.
|
Oh, Sabiduría,
que brotaste de los labios del Altísimo,
abarcando del
uno al otro confín,
y ordenándolo
todo con firmeza y suavidad:
ven y
muéstranos el camino de la salvación.
|
18 diciembre
|
O Adonai, et
Dux domus Israel,
qui Moysi in igne flammae rubi apparuisti,
et ei in Sina
legem dedisti:
veni ad
redimendum nos in brachio extento.
|
Oh Adonai,
Pastor de la casa de Israel,
que te
apareciste a Moisés en la zarza ardiente
y en el Sinaí
le diste tu ley:
ven a
librarnos con el poder de tu brazo.
|
19 diciembre
|
O Radix Jesse,
qui stas in signum populorum,
super quem
continebunt reges os suum,
quem Gentes
deprecabuntur:
veni ad
liberandum nos, jam noli tardare.
|
Oh Renuevo del
tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos;
ante quien los
reyes enmudecen,
y cuyo auxilio
imploran las naciones:
ven a
librarnos, no tardes más.
|
20 diciembre
|
O Clavis
David, et sceptrum domus Israel;
qui aperis, et
nemo claudit;
claudis, et
nemo aperit:
veni, et educ
vinctum de domo carceris,
sedentem in
tenebris, et umbra mortis.
|
Oh Llave de
David y Cetro de la casa de Israel;
que abres y
nadie puede cerrar;
cierras y
nadie puede abrir:
ven y libra a
los cautivos
que viven en
tinieblas y en sombra de muerte.
|
21 diciembre
|
O Oriens,
splendor lucis
aeternae, et sol justitiae:
veni, et
illumina sedentes in tenebris, et umbra mortis.
|
Oh Sol que
naces de lo alto,
Resplandor de
la luz eterna, Sol de justicia:
ven ahora a
iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte.
|
22 diciembre
|
O Rex Gentium,
et desideratus earum,
lapisque
angularis, qui facis utraque unum:
veni, et salva
hominem,
quem de limo
formasti.
|
Oh Rey de las
naciones y Deseado de los pueblos,
Piedra angular
de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo:
ven y salva al
hombre,
que formaste
del barro de la tierra.
|
23 diciembre
|
O Emmanuel,
Rex et legifer noster,
exspectatio
Gentium, et Salvator earum:
veni ad
salvandum nos, Domine, Deus noster.
|
Oh Emmanuel,
rey y legislador nuestro,
esperanza de
las naciones y salvador de los pueblos:
ven a
salvarnos, Señor Dios nuestro.
|
Veamos algunos aspectos
de las mismas. Cada antífona esta compuesta por cinco elementos que se repiten
en cada una de ellas: una invocación, el título cristológico correspondiente,
el desarrollo veterotestamentario, la súplica y la concreción teológica de la
antífona
El 17 de diciembre:
«Oh, Sabiduría, que brotaste de los labios del
Altísimo, abarcando del uno al otro confín, y ordenándolo todo con firmeza y
suavidad: ven y muéstranos el camino de la salvación».
Parte
|
Texto
|
Invocación
|
Oh
|
Título cristológico
|
Sabiduría,
SAPIENTIA
|
Desarrollo teológico-bíblico
veterotestamentario
|
que brotaste de los labios del Altísimo,
abarcando del uno al otro confín,
y ordenándolo todo con firmeza y suavidad:
|
Súplica
|
Ven
|
Concreción-actualización de la
súplica.
|
y muéstranos el camino de la salvación.
|
El 18 de diciembre:
«Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel, que te
apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley: ven a
librarnos con el poder de tu brazo».
Parte
|
Texto
|
Invocación
|
Oh
|
Título cristológico
|
Adonai,
ADONAI
|
Desarrollo teológico-bíblico
veterotestamentario
|
Pastor de la casa de Israel,
que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente
y en el Sinaí le diste tu ley:
|
Súplica
|
Ven
|
Concreción-actualización de la
súplica.
|
a librarnos con el poder de tu brazo.
|
El 19 de diciembre:
«Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un
signo para los pueblos; ante quien los reyes enmudecen, y cuyo auxilio imploran
las naciones: ven a librarnos, no tardes más».
Parte
|
Texto
|
Invocación
|
Oh
|
Título cristológico
|
Renuevo del tronco de Jesé,
RADIX JESSE
|
Desarrollo teológico-bíblico
veterotestamentario
|
que te alzas como un signo para los pueblos;
ante quien los reyes enmudecen,
y cuyo auxilio imploran las naciones:
|
Súplica
|
Ven
|
Concreción-actualización de la
súplica.
|
a librarnos, no tardes más.
|
El 20 de diciembre:
«Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel; cierras
y nadie puede abrir: ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas y en
sombra de muerte».
Parte
|
Texto
|
Invocación
|
Oh
|
Título cristológico
|
Llave de David
CLAVIS DAVID
|
Desarrollo teológico-bíblico
veterotestamentario
|
y Cetro de la casa de Israel;
que abres y nadie puede cerrar;
cierras y nadie puede abrir:
|
Súplica
|
Ven
|
Concreción-actualización de la
súplica.
|
y libra a los cautivos
que viven en tinieblas y en sombra de muerte.
|
El 21 de diciembre:
«Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la luz
eterna, Sol de justicia: ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en
sombra de muerte».
Parte
|
Texto
|
Invocación
|
Oh
|
Título cristológico
|
Sol
ORIENS
|
Desarrollo teológico-bíblico
veterotestamentario
|
que naces de lo alto,
Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia:
|
Súplica
|
ven
|
Concreción-actualización de la
súplica.
|
ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en
sombra de muerte.
|
El 22 de diciembre:
«Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra
angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo: ven y salva al
hombre, que formaste del barro de la tierra».
Parte
|
Texto
|
Invocación
|
Oh
|
Título cristológico
|
Rey
REX GENTIUM
|
Desarrollo teológico-bíblico
veterotestamentario
|
de las naciones y Deseado de los pueblos,
Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos
pueblos uno solo:
|
Súplica
|
Ven
|
Concreción-actualización de la
súplica.
|
y salva al hombre,
que formaste del barro de la tierra.
|
El 23 de diciembre:
«Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de
las naciones y salvador de los pueblos: ven a salvarnos, Señor Dios nuestro».
Parte
|
Texto
|
Invocación
|
Oh
|
Título cristológico
|
Emmanuel,
EMMANUEL
|
Desarrollo teológico-bíblico
veterotestamentario
|
rey y legislador nuestro,
esperanza de las naciones y salvador de los pueblos:
|
Súplica
|
Ven
|
Concreción-actualización de la
súplica.
|
a salvarnos, Señor Dios nuestro.
|
En
conjunto:
Siguiendo
en orden ascendente del 17 al 23 la primera letra de los títulos cristológicos
hayamos la respuesta del Señor a la insistente súplica de su Iglesia: “ERO CRAS”,
estaré mañana. Y, efectivamente, el 24 de diciembre por la noche nacerá en un
establo en Belén de Judá
E -mmanuel
R -ex
O –riens
C
–lavis
R
-adix
A
-donai
S -apientia
Os
animo a todos a recibir la gracia de Dios en nuestra vida. Es Cristo el que
viene a nuestra vida a colmarla de bendiciones. Abre tu corazón porque mañana
estará ahí contigo.
Dios
te bendiga
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