PRESENTACIÓN
Iniciamos un nuevo curso en este año 2017 que se
prolongará a lo largo del primer semestre del 2018. Durante este verano, entre
viajes, vacaciones y quehaceres parroquiales, he dado vuelta a qué tratar con ustedes
en este curso que se avecinaba inexorablemente. Así pues, después de pensar y
barajar algunos temas, he decidido este año ir comentando cada miércoles un
formulario del misal romano de la sección “Misas
y oraciones por diversas necesidades”.
Esta sección de la tercera edición del misal romano
se divide en tres apartados: 1. Por la Iglesia; II. Por las necesidades
públicas; III. En diversas necesidades. Cada apartado a su ve contiene una
serie de formularios de lo más variado:
I.
Por la Iglesia:
1.
Por la Iglesia
(A-B-C-D-E).
2.
Por el Papa
3.
Por el obispo
4.
Para elegir un
Papa o un obispo
5.
Por el concilio
o el sínodo
6.
Por los
sacerdotes
7.
Por el propio
sacerdote (A-B-C)
8.
Por los
ministros de la Iglesia
9.
Por las
vocaciones a las Sagradas Órdenes
10. Por los laicos
11. Aniversarios de matrimonios
12. Por la familia
13. Por los religiosos (A-B)
14. Por las vocaciones a ña vida religiosa
15. Para fomentar la concordia
16. Para la reconciliación
17. Por la unidad de los cristianos (A-B-C)
18. Por la evangelización de los pueblos (A-B)
19. Por los cristianos perseguidos
20. En una reunión espiritual o pastoral
II.
Por las
necesidades públicas:
21. Por la patria o la ciudad
22. Por los gobernantes
23. Por las asambleas de los gobernantes de las naciones
24. Por la máxima autoridad de la nación o el Rey
25. Al comienzo del año civil
26. Por la santificación del trabajo humano (A-B)
27. En tiempo de siembra (A-B)
28. Para después de las cosechas
29. Por el progreso de los pueblos
30. Por la paz y la justicia (A-B)
31. En tiempo de guerra y desorden
32. Por los prófugos y exiliados
33. En tiempo de hambre o por los que padecen hambre
(A-B)
34. En tiempo de terremoto
35. Para pedir la lluvia
36. Para pedir el buen tiempo
37. Para alejar las tempestades
III.
En diversas
necesidades:
38. Por el perdón de los pecados (A-B)
39. Para pedir la continencia
40. Para pedir la caridad
41. Por los familiares y amigos
42. Por los que nos afligen
43. Por los cautivos
44. Por los encarcelados
45. Por los enfermos
46. Por los moribundos
47. Para pedir la gracia de una buena muerte
48. En cualquier necesidad (A-B-C)
49. Para dar gracias a Dios (A-B)
Como ven son temas interesantes que afectan más o
menos a nuestra vida o a la vida de las personas en general. La Iglesia, como
madre que es, pretende con estos formularios litúrgicos acompañar el camino de
la vida de sus hijos, santificando cada circunstancia y cada necesidad que
estos pudieran tener.
El fundamento y razón de ser de este conglomerado de
oraciones y misas está en la Constitución pastoral Gaudium et Spes del Concilio Ecuménico
Vaticano II, que se abre con estas palabras: «Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los
hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a
la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo»
(GS 1). Siguiendo esta idea teológico-pastoral, la liturgia, savia de la
Iglesia, no podía verse exenta de asumir en ella la vida y las circunstancias
de los hombres y mujeres del mundo, de ahí que la idea motriz de la reforma
litúrgica, la “participación litúrgica activa”, llevara pareja la de hacer de la
vida del cristiano un culto existencial rompiendo así con la visión jurídica y formal
de la liturgia y la desconexión de ésta con la vida de los fieles.
Para
la exposición de estos formularios lo haremos usando el triple esquema “Misterio-Celebración-Vida”
o en palabras de la tradición “lex credendi-lex orandi-lex agendi” (= ley del
creer, ley del orar, ley del obrar).
Por
nuestra parte solo resta acoger con amor estas oraciones. Orarlas y hacerlas
vida será una tarea apasionante de nuestra vida espiritual, la cual se
esponjará del Espíritu Santo y llenará la existencia mundana y profana de la
vida de la presencia pujante y santificante de Dios o en otras palabras: la
realidad trivial y profana se convertirá en altar del sacrificio espiritual de
los fieles que unirán su sacerdocio bautismal, al ministerial de la Eucaristía,
siendo imagen perfecta en medio del mundo de Jesucristo, Sumo y Eterno
Sacerdote.
Por
otra parte, no debemos pensar que estas misas se pueden decir así sin más, sino
que la Iglesia ha establecido algunas cláusulas que regulan su ejecución:
1. La
conveniencia: pueden utilizarse en distintas
ocasiones, según sea necesario o conveniente para la comunidad. Los formularios
que se encuentran en estas tres secciones pueden usarse tanto en la Misa con el
pueblo como en la Misa celebrada sin pueblo.
2. El
momento: si ocurriera alguna grave necesidad, puede
celebrarse la Misa más adecuada por esa necesidad, por mandato o licencia del
Ordinario del lugar, todos los días, excepto en las solemnidades, en los
domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, los días de la Octava de Pascua, la
Conmemoración de todos los fieles difuntos, el Miércoles de Ceniza y los días
de Semana Santa. En cambio, si alguna verdadera necesidad o utilidad pastoral
lo requiere, en la celebración con el pueblo se puede utilizar, a juicio del
rector de la iglesia o del mismo sacerdote que celebra, la Misa que responda
mejor a esa necesidad o utilidad, también cuando coincide con una memoria
obligatoria o una feria de Adviento hasta el 16 de diciembre inclusive, del
tiempo de Navidad a partir del 2 de enero y del tiempo pascual después de la
octava de Pascua.
3. Pueden
utilizarse las Plegarias eucarísticas para varias necesidades, cuyos
formularios se encuentran en el Apéndice I del Ordinario de la Misa, p.
573-595. Y que se irán indicando cuáles son las más aptas para cada formulario.
4. En
algunas Misas, los textos litúrgicos que se ponen para el varón se pueden
adaptar para la mujer, cambiando el género; y los que son expresados en plural,
pueden adaptarse al singular, cambiando el número. Pero no el ordinario, v.gr.
no se puede decir “El Señor esté con
vosotras” porque solo haya mujeres en misa.
5. Estas
Misas pueden celebrarse con ornamentos del color propio del día o del tiempo
litúrgico, o bien con ornamentos morados, si tienen carácter penitencial.
Espero que disfruten de
estos textos y que su vida se llene de Dios a través de ellos.
Dios
te bendiga
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