viernes, 2 de marzo de 2018

SUBSIDIO LITÚRGICO


SUBSIDIO LITÚRGICO PARA EL III DOMINGO DE CUARESMA


MONICIÓN DE ENTRADA

Hermanos en Cristo:

                Como cada domingo, los cristianos sentimos la premura de querer estar con Dios, de poder gozar de su paz y de su amor. Sobre todo, en este tiempo penitencial de cuaresma, el domingo nos da un respiro en medio del camino ascético. Hoy la liturgia nos invita a contemplar a Cristo purificando el Templo profanado de su Padre, como anuncio de la purificación de la Iglesia por medio de su muerte, resurrección y envío del Espíritu Santo. Dispongamos nuestro corazón y nuestro espíritu para vivir intensamente esta celebración eucarística. [Unidos al canto, pongámonos de pie para recibir al sacerdote y sus ministros].


MONICIÓN A LA LITURGIA DE LA PALABRA

La ley dada por Dios a Moisés es fuente de vida para los creyentes de todas las épocas. Los diez mandamientos que hoy se ponen ante nuestros ojos constituyen la dulzura y estabilidad de su Palabra, como así lo cantaremos en el salmo. Sin embargo, la debilidad humana puede llegar a olvidar y corromper estos preciosos mandamientos por eso en el Evangelio, el Señor se verá obligado a restaurar la dignidad perdida expulsando a los cambistas del Templo.


ORACIÓN DE LOS FIELES

Hermanos en el Señor, a Cristo crucificado, fuerza y sabiduría de Dios, presentemos nuestras preces para que Él las presente a Dios, su Padre:

R/ Oh Señor, escucha y ten piedad.

1)      Por la Iglesia, para que viviendo los mandamientos se presente ante el mundo como ejemplo de santidad. Oremos.


2)      Por el Papa Francisco y por nuestro obispo N., para que guiados por el ejemplo y testimonio de Cristo y la luz del Espíritu Santo, conduzcan al pueblo de Dios hacia la plena purificación por el misterio pascual de Cristo. Oremos.


3)      Por los que sufren, víctimas de la injusticia, para que su grito de dolor sea atendido. Oremos.


4)      Por nosotros, para que seamos levantados con tu misericordia cuando nos sentimos abatidos por nuestra conciencia. Oremos

Tú, que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, atiende las súplicas de los hijos que te suplican. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


MONICIÓN FINAL

Queridos hermanos, como los apóstoles y discípulos demos fe a la Escritura y a las palabras de Jesús. Podéis ir en paz.

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